miércoles, 11 de octubre de 2023

VIRGINIA GONZÁLEZ POLO. El olvido de la primera dirigente obrera.

Biografía de Virginia González Polo, fue la primera mujer en estar en el Comité Nacional y la Ejecutiva del PSOE, en el Comité Nacional de UGT y en 1921 cuando se produce la escisión del Partido Comunista, ella es una de las fundadoras del PCE y la secretaria femenina del primer Comité Central. Una mujer completamente olvidada por las tres organizaciones.

He publicado esta biografía con la intención de reivindicar su figura. Una luchadora que murió hace 100 años, el 15 de agosto de 1923.

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miércoles, 16 de agosto de 2023

¿QUÉ FUE LA GUERRA CIVIL?

 Esta pregunta tan genéricae puede ser contestada de mil maneras, sobre todo por las consecuencias que tuvo en cada una de las familias. Es evidente que la transmisión de abuelos a nietos está condicionada por la posición que cada uno tuvo en la Guerra Civil. Por eso es mi intención dar la visión de la guerra de una persona que la conoció directamente, pero a la vez la veía desde un plano externo, me refiero a Claude Gernade Bowers, embajador de EE.UU. en España desde 1933 hasta el final de la guerra.



El día 1 de marzo de 1939 fue llamado a consultas a Wahington para que diera su interpretación sobre el significado de la guerra española. Su opinión se resumía en los siguientes puntos:

  • Que después de los primeros días de considerable confusión, fue demostrado claramente que se trataba de una guerra de los fascistas y las potencias del Eje contra las instituciones democráticas de España.
  • Que la guerra española era el principio de un plan perfectamente meditado para el exterminio de la democracia en Europa y el comienzo de una Segunda Guerra Mundial.
  •  Que el Comité de No Intervención era un vergonzoso engaño cínicamente indigno, y que Alemania e Italia enviaban constantemente soldados, aviones, tanques, artillería y municiones a España, sin una interferencia o protesta verdadera de los firmantes del pacto.
  • Que Alemania e Italia estaban utilizando las ciudades españolas y sus habitantes para fines de experimentación y ensayando sus nuevos métodos de destrucción y su nueva técnica de terrorismo.
  • Que el Eje, preparándose para la batalla continental, estaba utilizando España para ver hasta dónde podía llegar con la silenciosa aquiescencia de las grandes democracias y poner a prueba su espíritu, valor y voluntad de luchar por sus ideales.
  •  Que las potencias del Eje creían que, al convertirse España en un Estado fascista, podría y sería usado como una cuña contra América Central y del Sur. Informé a Washington de los alardes hechos por la prensa de Franco y la determinación de «liberar» Sudamérica de la «servidumbre yanqui y el ateísmo».
  • Que este propósito figuraba en un libro preparado para la enseñanza en las escuelas, en el que se atacaba duramente a las democracias en general y a las de Inglaterra y los Estados Unidos en particular.
  • Que los ataques, ridiculización e insultos dirigidos contra los Estados Unidos e Inglaterra por la prensa de Franco no dejaban lugar a dudas sobre la posición que sostenían.
  • Que mientras las potencias del Eje mandaban ejércitos, aviones, tanques, artillería, técnicos e ingenieros a Franco, el Comité de No Intervención y nuestro embargo representaban una poderosa contribución al triunfo del Eje sobre la democracia en España, y que mientras la guerra contra China era sostenida solamente por Japón, contra Checoslovaquia solo por la Alemanianazi, contra Abisinia solamente por la Italia fascista, el primer país que era atacado por el Eje —Italia y Alemania juntas— era España.
  • Que era mi opinión, mucho antes de Múnich, que el próximo ataque sería contra Checoslovaquia, debido a las injurias que, sin razón evidente, proferían contra ella los italianos y los alemanes que cruzaban la frontera española para proveerse de alimentos en San Juan de Luz y Biarritz.
  • Yo había informado a Washington de que nuestros intereses, ideológica, comercial e industrialmente, estaban vinculados a los de la democracia en España, cuyo Gobierno era reconocido como constitucional y legal, y que la victoria de Franco sería un peligro para los Estados Unidos, especialmente en Sudamérica.

Aunque Bowers estuvo enviando opiniones de este tipo, nunca recibió comentario alguno del Departamento de Estado de los EE.UU. que había decidido inhibirse, a pesar de tener una información tan precisa de la situación.

Esta es el informe de una persona que conociendo directamente lo que estaba pasando en España no estaba implicado en el conflicto. Su contenido no deja lugar a dudas de lo que pasó en España durante la cruel guerra civil.

LARGO CABALLERO. SU OBRA COMO MINISTRO DE TRABAJO.

 No es la primera vez que escribo sobre Largo Caballero, en otra ocasión he comentado las acciones más importantes de su mandato, como ministro de Trabajo, en esta ocasión voy a hacer el recorrido de toda su obra, en los menos de dos años que estuvo al frente del Ministerio.



Largo Caballero es uno de esos personajes denostados, porque durante su vida hizo algunas afirmaciones, con carácter revolucionario, que, extrayéndolas intencionadamente del contexto histórico, pueden ser monstruosas. Pero analicemos su obra:

El 1 de mayo de 1931, aprueba un Decreto, por el que se generalizaba la jornada de ocho horas, se regulaban las horas extraordinarias, determinándose que cada hora extraordinaria tendría un incremento mínimo del 25% sobre la hora ordinaria, se aplicaba el 20, y un incremento mínimo del 40% para las horas nocturnas o domingos. La regulación horaria también se debía aplicar a la agricultura y la ganadería, y a las industrias que habían quedado excluidas de la aprobación que se había hecho en 1919.

Decreto de Términos municipales. El 28 de abril de 1931, con el fin de dar respuesta al paro y como medida provisional mientras se organizaba un Servicio oficial de Bolsas de Trabajo, decretó que, en todos los trabajos agrícolas, los patronos tendrían que emplear, preferentemente, a los braceros que fueran vecinos del Municipio. Con el fin de evitar que los empresarios pudieran traerlos de otros pueblos con más paro, a menor coste de mano de obra.

El 7 de mayo de 1931, aprobó un Decreto, cuyo artículo primero establece: «Con la finalidad de determinar las condiciones del trabajo rural y regular las relaciones entre patronos y obreros del campo, entre propietarios y colonos y entre cultivadores e industriales transformadores de las materias agrícolas, se organizan las siguientes instituciones:

Jurados mixtos del trabajo rural.

Jurados mixtos de la propiedad rústica.

Jurados mixtos de la Producción y las industrias agrícolas.

El 9 de mayo de 1931, por Decreto, se ratificó el Convenio por el cual se establecía la obligación de indemnizar a las víctimas de accidentes sobrevenidos por el hecho del trabajo o con ocasión del mismo. El reglamento para su desarrollo se aprobará el 31 de agosto del mismo año.

El 19 de mayo, decretó la posibilidad de que las Asociaciones de obreros del campo, legalmente constituidas, puedan celebrar contratos de arrendamiento colectivo sobre uno o más predios, según su relativa capacidad para trabajarlos en común.

El 25 de mayo creó la Caja Nacional contra el Paro forzoso, era un órgano derivado Instituto Nacional de Previsión, cuya labor era la de ejercer funciones culturales, asesoras y de estudio en materia de previsión contra el paro, custodiar y administrar el fondo de bonificaciones del Estado, para estimular la creación o el desarrollo de instituciones para la colocación y auxilio de los parados y complementar los subsidios que ellas concedieran a las personas que se quedasen sin trabajo.

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La Ley de colocación obrera se aprobó el 27 de noviembre de 1931, cuyo desarrollo reglamentario la regularía el Decreto de 13 de agosto de 1932, del Servicio Nacional de Colocación. Se eliminaban las empresas comerciales de colocación y las agencias de pago, pasando al Estado la tarea de ocupación de los obreros, con carácter nacional, pública y gratuita.

El Decreto de 26 de mayo de 1931 aprobó la aplicación de un Seguro de Maternidad, que comenzaría a funcionar el 1 de octubre del mismo año. Las cuotas de cotización se fijaban con carácter trimestral 1,90 pesetas la patronal y 1,85 la obrera. Al Reglamento general se le añadió un párrafo, ampliando el derecho a aquellas obreras que, estando sujetas al Régimen obligatorio de Retiro obrero, no figurasen inscritas por culpa exclusiva del patrono.

En Decreto de 25 de agosto de 1931, se detallaron las clases de incapacidades, la valoración de las lesiones, los distintos tipos de indemnizaciones, las características que debían tener las Mutualidades y Compañías de Seguros. También se reglamentó la Prevención de Accidentes y todo lo relacionado con sanciones y reclamaciones.

El 4 de julio de 1931 se aprobó la Ley de Cooperativas, y el 2 de octubre el reglamento para su aplicación. Su objetivo era la realización de acciones colectivas para la satisfacción de necesidades comunes, procurando el mejoramiento social y económico de los asociados, con tendencia a eliminar el lucro.

El 18 de julio se creó el Patronato de Política Social Inmobiliaria del Estado, en sustitución del Instituto de la Pequeña Propiedad, para regular las Casas baratas, tanto económicas, como de militares y la parcelación de fincas. Se confirió al Patronato personalidad jurídica para adquirir, arrendar, vender, permutar, hipotecar y administrar las propiedades que se adjudicasen como consecuencia de la procedencia de apremio.

El 6 de octubre de 1931, el Ministerio aprobó un Decreto por el que se abolía la condecoración civil, que llevaba el nombre de Medalla del Trabajo, creada por Decreto del 21 de enero de 1926. No obstante, establecía la posibilidad de que un trabajador, intelectual o manual, fuera o no asalariado, que realizase un acto de abnegación en beneficio evidente e importante de una determinada industria o de las personas en ella empleadas, y que como consecuencia de ese acto falleciere o resultare con incapacidad absoluta y perpetua para todo trabajo o para su profesión, sin derecho a ser indemnizado o pensionado con arreglo a las leyes, tuviera una ayuda del Estado.

la Ley de Contratos de trabajo, se aprobó el 21 de noviembre de 1931. Por primera vez, una Ley, establecía vacaciones pagadas, el derecho era a siete días, al menos, por año de trabajo. En el artículo 6 se incluía a los «trabajadores intelectuales» dentro de los que reconocía la Ley de Contratos.

El 17 de marzo de 1932 presentó a las Cortes un proyecto de Ley sobre creación de las Delegaciones provinciales de Trabajo y la aprobación del Estatuto de sus funcionarios y del servicio de Inspección del Trabajo, se aprobó en abril y el 23 de junio se aprobó el Decreto por el que se desarrollaba el Reglamento para la ejecución.

El 14 de abril de 1932, aniversario de la Proclamación de la República, se aprobaron los siguientes Decretos: El relativo al trabajo nocturno de los niños en la industria, la edad mínima de admisión de los niños en trabajos industriales y el del trabajo nocturno de las mujeres en la industria.

El mismo día se aprobó la Ley reguladora de las Asociaciones patronales y obreras, para la defensa de los intereses de sus respectivas clases, en determinadas profesiones, industrias o ramas industriales. La idea era conseguir una mayor implicación, especialmente sindical, en este nuevo sistema de relaciones laborales.

El 8 de septiembre, dispuso por Decreto, que la colocación de los trabajadores extranjeros residentes en España o que pretendan inmigrar deban someterse a los trámites fijados en la Recomendación segunda Sobre el Paro que se había acordado en la Conferencia Internacional del Trabajo, reunida en Washington en octubre de 1919. El Decreto establecía que «serán equiparados a los nacionales los trabajadores extranjeros que lleven, cuando menos, cinco años de residencia, en España y los que sin esa condición hubiesen constituido prole». El artículo tercero determinaba que «todo extranjero residente en España necesitará autorización del Ministerio de Trabajo para poder actuar en su profesión o dedicarse a cualquier otra actividad, y cuando se trabaje por cuenta ajena, deberá estar provisto de un contrato de trabajo, visado por los Jurados mixtos y registrado en los servicios de Colocación y Defensa contra el paro».

Largo Caballero determinó que el 1 de mayo de todos los años fuera festivo para celebrar el Día del Trabajo.

La producción normativa de Largo para la mejora de las condiciones de trabajo es incuestionable, no obstante, el escaso tiempo para desarrollarlas hizo que no se llegaran a aplicar según los previsto, por lo que pudo suponer cierta frustración entre los trabajadores, que demandaban mayor rapidez.


LA REVOLUCIÓN DE ASTURIAS 1934

 En el primer gobierno de la República, de 1931, el Partido Socialista había sido el partido mayoritario en las elecciones generales, con 115 diputados, se había presentado en coalición con los partidos republicanos, no socialistas, pero a pesar de ser el mayoritario no ejerció la presidencia del Gobierno, sino que colaboró en la gobernación, con tres ministros. El presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora, era de un partido de derechas, y Manuel Azaña, presidente del Gobierno, era dirigente de un partido republicano de izquierda moderada. En este primer bienio republicano se había llevado a cabo una enorme legislación social, con el reconocimiento de importantes derechos laborales en favor de los trabajadores, siendo Largo Caballero ministro de Trabajo Además se realizaron otras reformas importantes como la separación Iglesia-Estado, la Reforma Agraria, la implantación multitud de escuelas o la implantación del Divorcio.

Para el 19 de noviembre de 1933, se convocaron elecciones generales, regidas por una Ley electoral en la que se primaban las coaliciones. El PSOE decide que no va a participar en la coalición y se presenta en solitario. El resultado es que con prácticamente los mismos votos se queda con 59 diputados, la decisión había sido un error no calculado.

Por la derecha, se presentaba la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), heredera de Acción Popular, constituida el de marzo de 1933, con Gil Robles de presidente, su objetivo era la defensa de los principios de la civilización cristiana. Había agrupado en torno a su candidatura a la mayoría de partidos de la derecha, tanto nacionales como regionales, según decía el periódico El Debate «contra el régimen social anticristiano, basado en el egoísmo, que ha fracasado, contra la lucha suicida de clases, que arruina a la economía y, por tanto, a la clase trabajadora, y a favor, no sólo del salario justo, vital y familiar, sino de la participación del trabajo en los beneficios». En la campaña electoral había una única consigna generalizada «antimarxismo», de hecho, normalmente se nombraba a la unión de las derechas como la alianza electoral antimarxista. Gil Robes se dio cuenta que, para evitar conflictos dentro de una coalición en la que confluían monárquicos y republicanos, lo más conveniente era defender la accidentalidad, defendía que la forma de Estado no era lo importante. No se proclamaba republicano, ni monárquico, en sus discursos planteaba la inhibición.

El partido mayoritario, con 115 diputados, fue la CEDA, de Gil Robles, seguido del centrista Partido Republicano Radical de Lerroux que obtuvo 102 y que en las anteriores elecciones se había presentado en coalición con el PSOE.

El presidente de la República era el encargado de proponer al presidente del Gobierno y decide que no puede ser Gil Robles, ya que no había acatado la República, por lo que propone a Alejandro Lerroux, que ya estaba llevando a cabo un acercamiento a la derecha.

Lerroux forma Gobierno sin incluir a ningún ministro de la CEDA, pero inicia con acuerdo de Gil Robles, una contrarreforma de lo que se había hecho en el primer bienio, incluyendo una amnistía a los militares que habían intentado dar un golpe de Estado en 1932, encabezados por Sanjurjo.

El PSOE temiendo la posible fascistización del Gobierno, ya que se había producido en Alemania, Italia y Austria un aplastamiento de los movimientos obreros, con el gobierno nazi en Alemania, y fascistas en Italia y Austria, organiza un movimiento revolucionario, sin fecha establecida, condicionado a actuar si algún miembro de la CEDA se incorporaba al Gobierno. Gil Robles había estado en el Congreso Nazi de Nuremberg y tenía buena relación don Dolffus en Austria y Mussolini en Italia

A la preparación del movimiento revolucionario se estaba dando excesiva publicidad, tanto en los periódicos, como en el parlamento, por lo que el Gobierno estaba preparado para reprimirla.

El día 4 de octubre Lerroux nombra tres ministros de la CEDA y se convoca para el día siguiente una Huelga General con carácter revolucionario, con un programa que había elaborado Indalecio Prieto, que consistía en estos puntos: Todas las tierras se declaran propiedad del Estado, que establecerá un sistema de regadíos para facilitar la labor campesina. Reforma de la enseñanza pública. Disolución de las Órdenes Religiosas. Reorganización del Ejército. Disolución de la Guardia civil y reorganización de los institutos armados con bases democráticas, con lealtad al régimen. Separación de la administración de los funcionarios que saboteen el régimen republicano. Reforma tributaria. Las medias propuestas deberían someterse a la convalidación por los órganos legislativos que libremente se diera el pueblo.

La huelga general se celebra y es un fracaso en toda España, salvo en Asturias. La organización había sido muy deficiente, no hay buena información ni coordinación, la idea no es clara, ya que en algunas partes se considera una insurrección para la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones, en otras se piensa que lo que se pretende es el cese de los ministros de la CEDA y en otras con es el caso de Asturias se lleva a cabo una insurrección armada, para la conquista del Poder e implantar una Dictadura del proletariado, en la que estaban de acuerdo Socialistas, Comunistas y Anarquistas. Asturias, es el único sitio donde hay una colaboración entre las izquierdas.

En Asturias los mineros, que utilizaban habitualmente cartuchos de dinamita para su trabajo, fueron los que mayoritariamente llevaron a cabo la insurrección. Hay que pensar que los mineros trabajaban en condiciones muy duras, un trabajo que les suponía graves enfermedades a partir de los 40 años, con fallecimientos a corta edad. La insurrección se inicia en Mieres, La Felguera y Sama de Langreo. En general se llevó a cabo entorno a Oviedo y las cuencas mineras, donde fueron atacados la mayoría de los cuarteles de la Guardia civil y muchos Ayuntamientos. El día 9 prácticamente toma Oviedo, por lo que la implantación en toda la provincia es muy importante.

Lerroux va a dar a los Generales Franco y Godet todo el poder para acabar con la sublevación. Estos Generales eran asesores del ministro de la Guerra. Llevan a Asturias las tropas desde La Coruña, algunos destacamentos de otras provincias, pero principalmente tropas de Marruecos, legionarios y regulares. Que desde que llegan empiezan a bombardear, ya que disponían de importante armamento pesado. Detienen a 50 insurrectos que los ponen de parapeto delante por si hacían fuego contra ellos fueran los que morían, además eran los que dirigían a las tropas por los pueblos para ir casa por casa deteniendo o fusilando a los sublevados.

En total hubo más de 2.500 muertos, el 80% revolucionarios asturianos y el 20% las fuerzas gubernamentales. Los bombardeos y los aviones hicieron el mayor destrozo de los insurrectos Además de saqueos, violaciones y una labor represiva exagerada.

Los alcaldes Socialistas son cesados y se imponen otros alcaldes, al ser acusados de haber participado en la revolución. Son clausuradas Casas del Pueblo, cierre de periódicos de izquierda. Largo Caballero es detenido e Indalecio Prieto huye a Francia


LA MATANZA DE BADAJOZ EN LA GUERRA CIVIL

A primeros de agosto de 1936, las tropas de África, que apoyaban a los golpistas del 18 de julio, iniciaron su marcha, desde Sevilla, en dirección a Madrid, se apoderaron inicialmente de Mérida, una de las ciudades en las que tenían mayor interés, ya que les permitía conectar el norte con el sur de las zonas del bando sublevado. Después entraron en Badajoz, donde los fieles a la República habían defendido la ciudad en los primeros momentos del golpe. Las tropas rebeldes, fuertemente armadas consiguieron la rendición de los obreros que defendían al Gobierno legítimo. A la rendición de los republicanos siguió una represalia colectiva, con una feroz y cruel matanza, a las órdenes del teniente coronel Yagüe, que a partir de ese momento se le conocería como «El Carnicero de Badajoz».

Para saber si los vecinos habían luchado en defensa de la República, les quitaban la camisa y comprobaban si tenían alguna señal en el hombro, que podría haber sido causada por la culata de los fusiles, una vez identificados eran ejecutados en el acto. Otros muchos los subían a los camiones para su fusilamiento en la Plaza de Toros. La mayoría eran campesinos, que se sentían humillados por los caciques, también eran apresados para su ejecución los agricultores que habían ocupado tierras improductivas de los terratenientes. Los grupos de hombres, atados como perros de caza, eran empujados al ruedo para blanco de las ametralladoras que, bien emplazadas, los destruían con ráfagas implacables. Una verdadera masacre.

Se habían distribuido invitaciones para ver el espectáculo de las ejecuciones en la Plaza de Toros, los espectadores aplaudían o reían, como si la escena fuese de regocijo y alegría. Desde el que recorría la plaza malherido, sin otra atención que la del dolor de sus entrañas abiertas, hasta el que se plantaba, con el puño en alto, frente a las ametralladoras, dando vivas a la República. Todos dejaban en las retinas impasibles de los ejecutores y de los invitados la imagen permanente de su tortura.

A los periodistas no les dejaron entrar durante las matanzas, los días posteriores, con los cuerpos amontonados, pudieron ver horrorizados lo que allí había pasado, por lo que redactores como el portugués Mario Neves, que fue el primero en entrar a Badajoz después de la carnicería, transmitió a todo el mundo, a través del Diario de Lisboa las escenas de horror que se encontró en la calle. Algunos artículos fueron censurados por Oliveira de Salazar, el dictador que gobernaba Portugal, en esos momentos. Badajoz fue la población con mayor número de muertos, con relación a su población, durante la guerra.

John T. Whitaker, del New York Herald Tribune, preguntó a Yagüe sobre lo sucedido, este le contestó: «Por supuesto que los matamos. ¿Qué esperaba usted? ¿Qué iba a llevar 4.000 prisioneros rojos conmigo, teniendo mi columna que avanzar contrarreloj? ¿O iba a soltarlos en la retaguardia y dejar que Badajoz fuera roja otra vez?»

No se ha podido determinar el número exacto de muertos, las cifras son muy diferentes en función de los historiadores, pero en ningún caso son menos de 2.000 las personas que fueron ejecutadas sanguinariamente, en dos días, 13 y 14 de agosto de 1936, en Badajoz.