Hoy me he levantado con la noticia de que en breve Talavera podría dejar de ser la segunda ciudad de Castilla-La Mancha, por un momento he pensado si también dejariamos de ser la primera en pobreza de la comunidad, enseguida me he dado cuenta que esta posición va a ser difícil que la perdamos.
Mientras todas las propuestas de nuestros gobernantes, sean informes, estudios, protocolos, dossieres, propuestas... y no se conviertan en proyectos concretos, con memoria económica, exigencia de financiación y unidad para defenderlos entre todos, seguiremos en la palabrería, la defensa del gobernante de nuestro partido y de "la culpa la tenéis vosotros", en lugar de actuar para salir de la ruina que tenemos encima.
Si echamos la vista atrás y recordamos a Talavera como la ciudad más dinámica de la región que fue, nos vienen a la cabeza algunas preguntas: ¿que fue del mercado que llenaba los miércoles la ciudad con gente de la comarca?, ¿que fue de la industria textil que empleaba a tantas personas poco cualificadas?, ¿que fue del comercio que era el referente de compras para pueblos de mucho más allá de la comarca?, ¿que fue de la industria del mueble?, ¿que fue de la construcción? y que será de nuestra cerámica si no la defendemos como se merece. En una palabra, ¿que fue de Talavera?
Pero no creo que haya que ser pesimista, coño, hay que levantar la cabeza y reclamar lo que en justicia nos corresponde, si las inversiones han sido nulas en muchos años, exijamos que se recupere algo de lo no invertido, pero no en parches (como los planes sociales), sino en desarrollo industrial. Si la inversión privada no lo hace, es necesario que sea la inversión pública la que tire. Pondré algún ejemplo: no puede ser que la comarca tenga una maravillosa materia prima como es el aceite de oliva y se lo lleven a Italia a comercializarlo, pagando poco más de un euro a los agricultores y lo vendan a diez una vez envasado, ¿no sería necesaria una planta de envasado y comercialización del aceite de nuestra comarca? Si tenemos la mejor artesanía de la región, en nuestra cerámica, por qué se invierte en su comercialización y distribución. Por ejemplo con alguna feria exclusiva de la cerámica de Talavera en Madrid, Barcelona, París o Londres. Si tenemos una maravillosa vega fértil por qué no se invierte en el desarrollo de una industria agroalimentaria en lugar de que nuestros agricultores tengan vender sus productos recién cosechados a precio de risa. Si exigimos que no haya más trasvases, para que haya más caudal y luego dejamos que el agua se vierta en el atlántico, será muy bucólico pero no habrá servido para ayudar a salir de esta pobreza que tenemos, el agua debe ser de verdad fuente de riqueza.
No sé si los ejemplos serán los mejores, pero pensemos que es lo más conveniente para salir de esta situación, que no se arregla con un nodo logístico para dentro de diez años, sino con proyectos para mañana.