Recorría la calle mesones esta mediodía y me detenía a mirar los escaparates, el único artículo que encontraba, a un lado y a otro de la calle, era un cartel con la inscripción: "se alquila, teléfono...", "se vende..." una calle comercialmente cerrada en pleno centro de la ciudad.
Es Talavera de la Reina, la cuidad de Castilla-La Mancha con mayor índice de desempleo, pero, siendo éste un problema importante, no es el único. El despoblamiento, la pobreza y la falta de expectativas, son otras dificultades insalvables. Estamos atravesando una situación en Talavera, que lejos de ser una crisis temporal, es un problema con carácter estructural.
Pero si la única propuesta, desde nuestro Ayuntamiento, para resolver esta preocupante situación es la semipeatonalización de algunas calles, es que no han entendido nada. Es momento de la Promoción Económica de verdad, conseguir la implantación de industrias, con iniciativas privadas, públicas, o mixtas; con proyectos "de salvación", porque si no es así esta ciudad se muere.
Cierto es que no sólo nuestro Ayuntamiento tiene que "mover el culo", también otras administraciones deben colaborar para evitar el sepelio, porque fueron ellas las que decidieron desarrollar las capitales de provincia en detrimento de otras ciudades importantes, porque produjeron un desfalco continuado a esta ciudad llevándose referentes importantes como el Banco de España o la escuela de enfermería. Y porque mientras otras ciudades, no capitales de provincia, fueron tenidas en cuenta al desarrollarse sus comunidades autónomas, ésta fue marginada desde el principio. En muchas, la compensación se produjo haciendo de determinadas ciudades el centro político, con la implantación de los parlamentos regionales (Mérida, Cartagena, Santiago de Compostela); en otras, se desarrollaron importantes parques industriales y tecnológicos como Gijón. Aquí no tocó ni la pedrea.
Seguramente es momento de no echarnos los trastos a la cabeza y trabajar todos juntos, exigiendo a derecha e izquierda el apoyo necesario para volver a ser la ciudad emprendedora, la ciudad comercial, la ciudad de mercado y de trato, la ciudad referente mundial de la cerámica y la ciudad de alegría y bullicio que un día fue.